miércoles, 17 de enero de 2018

4 trucos que usamos los psicólogos para hablar en público

Hace algunos meses publicamos unos breves consejos para hablar en público, pero quizás para algunos no fueran suficientes. Es por eso que hoy retomamos el tema, y lejos de quedarnos con lo habitual hoy haremo salgo... diferente. Estos cuatro trucos, por alocados que parezcan, los utilizamos los ponentes en situaciones muy tensas, aquellas donde hasta nosotros nos ponemos de los nervios.



-Truco de psicólogo número 1: "Me voy a desmayar"

¿Tienes tu presentación lista pero te da miedo equivocarte en cuanto abras la boca? ¿Has decidido ya cómo empezarla pero crees que te desmayarás por la presión en cuanto subas al estrado? No pasa nada. Coge tu guión, coloca esto justo al principio de todo y no te olvides de decirlo en voz alta nada más tener la palabra: "Antes de nada, decir que me pongo muy nervioso al hablar en público y que si veis que me pongo blanco y me desmayo es solo por eso, no os preocupéis que no tengo anemia ni nada." ¿Que para qué sirve? En primer lugar te sentirás más tranquilo al haberlo dicho nada más empezar, logrando en el proceso aligerar el ambiente. En segundo lugar, la imagen que transmites a tus oyentes es que lo tienes todo bajo control y que confías en tus habilidades, interpretándolo muchos de ellos como un chiste para crear complicidad y establecer un trato más cercano con ellos. 

La tercera (y mejor) razón es que en caso de que te desmayes de verdad siempre tendrás la excusa de haberles avisado nada más entrar.

-Truco de psicólogo número 2: Conoce a tu público antes de empezar

Esto no siempre es factible (un tribunal de oposiciones, por ejemplo) pero siempre que tengas la oportunidad de hablar con la gente a la que expondrás antes de la presentación, inténtalo. Ya sean compañeros de clase, clientes o gente normal que han ido a escuchar tu charla, dedicar unos minutos a preguntar a tu público qué tal todo, cómo se han enterado del evento o qué opinan del tema a tratar es un gran inicio, pues tú te sentirás más tranquilos y ellos se sentirán parte de la charla. Yo mismo, por ejemplo, acostumbro a iniciar mis charlas con padres preguntándoles por sus hijos, sus hábitos relacionados con el tema de la charla (el uso de móviles y tablets, por ejemplo) y mediante qué canales se enteraron de que la charla se realizaba (ideal para promocionar futuros eventos).

Además, es una estrategia fantástica para ganar tiempo mientras llegan los rezagados.



-Truco de psicólogo número 3: ANVULANCIA

Y llegó la caballería. Si con todo lo anterior no fue suficiente, aquí os dejo la joya de la corona en la batalla contra el miedo escénico: la ANVULANCIA. El miedo escénico nos boicotea desde el momento que le prestamos más atención a él que a la presentación, lo que nos hace cometer errores y aumentar todavía más nuestros niveles de nerviosismo. ¿La pescadilla que se muerde la cola? ¡Nunca más! La solución definitiva a los sudores pre-charla consiste en llevar una camiseta/camisa que nos quede demasiado corta. Sí si, has leído bien, llevar una prenda tan ajustada que a poco que levantemos los brazos se nos vea todo el ombligo. Lo que haremos será escribir debajo (en una camiseta interior o en nuestro vientre) la palabra ANVULANCIA en letras gigantescas. Sí, con N y con V, que hasta el más inculto de los oyentes note que está mal escrita. Te pasarás la presentación más preocupado de no subir los brazos que de tu temor a hablar en público, y al final es probable que hasta los subas un poco a propósito.

Esto puede hacerse de otros modos, como ponerse un calcetín de cada color y pantalones que nos queden justos o un cinturón extremadamente llamativo y una camisa ajustada. El objetivo de este truco es tener algo que nos preocupe incluso más que el miedo en sí, pero que a su vez sea lo suficientemente inofensivo como para no boicotear la presentación por sí mismo (por ejemplo, llenar el pendrive donde llevemos la presentación de contenidos ofensivos, o que la camiseta interior contenga insultos o faltas de respeto). No se trata de hacer una tontería por el hecho de hacer una tontería, sino de encontrar algo inofensivo que nos distraiga del miedo

-Truco de psicólogo número 4: Practica, practica, ¡practica!

Añadir este truco es un poco trampa, porque ya lo comenté en la primera ocasión, pero sigue siendo el más importante de todos con diferencia. Todos estos consejos están muy bien, pero si no practicamos la conferencia no nos servirán de nada. Debemos repetir una y otra vez la presentación hasta que la sepamos de memoria, incluso si eso implica ir repasándola mentalmente mientras compramos guisantes en el super. Repetirla delante de gente que nos de su opinión sería fantástico, pero también podemos grabarnos y ser nosotros mismos nuestros propios jueces. Cuanto más lo repitamos más diestros seremos en el tema, y para cuando llegue la hora de la verdad estaremos incluso más preparados para cualquier eventualidad.



Y eso es todo por esta semana. Recordad que no tenéis por qué hacer todo lo escrito aquí para triunfar en una presentación*, sino que esto son consejos útiles para la mayoría que os darán mejores o peores resultados. Probad aquellos con los que os sintáis más a gusto y volved aquí a contarnos qué tal os fue.

*Excepto practicar. Siempre tenéis que practicar. Y cuanto más practiquéis, mejor. 


No os perdáis nuestras tutorías personalizadas para mejorar el rendimiento académico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario